Viajamos al pasado, al año 1943, para unirnos a Gardel en la fuga de una guerra que no es la suya, buscando un camino imposible para regresar a casa.
El joven sobrevive al bombardeo de Krasni Bor, y logra, ayudado por un compañero, alejarse de la batalla. Un alejamiento instintivo que los sitúa lejos del fuego cruzado, pero delante del vacío inhóspito de la inmensidad nevada. En su huida hacia el pretendido regreso a su hogar, se cruzan con unos milicianos del Ejército Rojo, y ese infortunio, leve y rápido, deja al protagonista solo ante la inmensidad nevada.
Este no es solo un relato bélico. Es una tragedia, una historia de supervivencia, de huida y, sobre todo, de miedo, de mucho miedo.