Internado en el campo de concentración de Gurs, creado inicialmente por el Gobierno francés para recluir a soldados republicanos españoles y de las Brigadas Internacionales, el dibujante judío alemán Horst Rosenthal realizó entre 1940 y 1942 tres cuadernos de cómic donde narraba su vida como preso político. En uno de ellos utiliza a Mickey Mouse para que recorra el campo y de cuenta del genocidio cometido por el nazismo, con lo que se adelanta en cincuenta años al cómic "Maus" de Art Spiegelman, en el que carceleros gatos del Tercer Reich someten a ratones judíos. Aunque el público preferente al que se dirige son los niños, la crudeza de la realidad narrada, matizada por la ironía y el sentido del humor, ofrece una visión imprescindible de una de las épocas más crueles del siglo XX.